Redacción: Mtro. Hugo Valadez
Jueves 25 de febrero de 2021
El American Council on Science and Health es una organización de defensa del consumidor a favor de la ciencia con sede en la ciudad de Nueva York en Estados Unidos (EE. UU.), fundado en 1978 por un grupo de científicos con el enfoque de apoyar públicamente la ciencia y la medicina basadas en evidencia, ya que considera que muchas de las noticias que son exageraciones basadas en hallazgos exagerados. Realiza una amplia gama de publicaciones, incluidos informes revisados por homólogos sobre temas de salud y medio ambiente. Escriben regularmente para BBC, Economist, USA Today y The Wall Street Journal, además ofrecen asesoría a los legisladores en audiencias legislativas y regulatorias en EE. UU.
En años anteriores realizó un alista llamada “los diez mejores sustos de salud infundados de 2007” donde su objetivo fue ayudar a los estadounidenses a aclarar esos engaños y fraudes que distrae a los padres de las amenazas reales que enfrentan sus hijos al exagerar los peligros inexistentes de productos cotidianos como alimentos, juguetes, cosméticos, patitos de goma y cortinas de baño. Las fobias acerca de estos productos inocuos se basan en los hallazgos de que se pueden encontrar trazas de ciertas sustancias químicas supuestamente tóxicas a partir de las cuales están hechos. A través de estas afirmaciones, los ecologistas radicales aprovechan la capacidad recién descubierta de los investigadores para medir las sustancias químicas dentro de nuestros cuerpos en cantidades tan minúsculas como partes por billón.
Uno de estos sustos fue: “La carne roja y la carne procesada aumentan el riesgo de cáncer” en donde algunos afirmaban que la carne roja y las carne frías aumentan el riesgo de cáncer.
Este supuesto se basó en en dos estudios uno publicado en el número de abril del British Journal of Cancer y el otro publicado en el número de noviembre de los Archives of Internal Medicine. El supuesto vinculaba la carne roja con el cáncer colorrectal fue el producto de un informe, publicado en octubre, por el Fondo Mundial de Investigación del Cancer Research Fund and the American Institute for Cancer Research (AICR) que examina la dieta y el cáncer.
Medios de comunicación informaron erróneamente que las investigaciones sugieren que las sustancias producidas por la cocción de la carne pueden ser sustancias cancerígenas, de origen natural en la carne pueden imitar la acción de las hormonas, o las hormonas de crecimiento que los agricultores alimentan a las vacas podrían alimentar el cáncer de mama en las mujeres que consumen carne de los animales. Sin embargo no citaron ninguna evidencia de que esto se ha demostrado en humanos.
La cobertura mediática del alarmante informe que vincula la carne roja y la carne procesada con el cáncer colorrectal fue generalizada.
El American Council on Science and Health declaró que no es el consumo de grandes cantidades de carne roja y carne procesada lo que causa cáncer, sólo que hay una débil asociación entre los dos debido a la obesidad. Un informe más preciso se centraría en cómo la obesidad en su conjunto puede aumentar el riesgo de cáncer.
Se ha asumido que el consumo de proteína cárnica tiene el riesgo de provocar cáncer de colon, sin embargo, muchos estudios no confirman esta suposición. De igual forma no existe evidencia de que los aminoácidos o la cantidad de hierro que aporta la carne contribuya a la formación de cáncer. Pareciera ser que el tipo de proteína es más importante, en vez de enfocarse al estudio de las causas que detonan el cáncer.
Evidencias científicas han demostrado que el cáncer es una enfermedad compleja y multifactorial y que ningún alimento por sí solo causa o cura el cáncer. Una actividad física regular y el mantenimiento de un peso corporal saludable, junto a una dieta equilibrada, reducirán considerablemente el riesgo de contraer cáncer.
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Fuentes: