El Día de Muertos en México es una celebración llena de vida, colores y sabores que se distingue en cada región del país. En la Península de Yucatán, esta festividad adquiere un matiz especial con la preparación del pib, un platillo tradicional que encapsula la esencia de la comida yucateca y las costumbres mayas.
En México, cada lugar celebra el Día de muertos de manera única e increíble y una diferencia que resalta son los platillos típicos. En la Península de Yucatán, para los que son ajenos a esta tradición yucateca, se podría decir que el pib es una especie de tamal en forma redonda o cuadrada, que se prepara con masa de maíz, tomate, manteca de cerdo, chile, cebolla, epazote y xpelón. Puede estar relleno de carne de pollo, pavo, puerco o res, que se mezclan en el kol, preparado con el caldo donde se cocinó la carne, achiote y masa. Se envuelve en hojas de plátano y después, se entierra bajo tierra por varias horas para cocinarlo.
En el método tradicional, el “pib” se coloca en un hueco que sea hace en la tierra donde se ponen las piedras calientes y las maderas. Una vez colocado, se cubre de hojas, luego se cubre de tierra y se deja cocinar por 2 horas.
Este platillo es una comida tradicional de las comunidades mayas y se hacía con motivo del inicio de las cosechas. Ahora es una tradición para celebrar el Día de Muertos o Hanal Pixán (“comida de las ánimas”).
En cuanto a su nombre, algunos lo conocen como “mucbipollo” o “mukbil pollo”, que proviene del vocablo maya mukbil, que significa “algo que debe ser enterrado”; aunque otros también lo conocen como “pibipollo”.
La Importancia del Pib en la Cultura Yucateca
El pib no solo es un platillo, sino un símbolo de la rica herencia cultural de Yucatán. Su preparación y consumo durante el Día de Muertos refleja la fusión de las tradiciones prehispánicas y la influencia española. La cocina yucateca es conocida por su diversidad y riqueza, con el pib ocupando un lugar destacado en su repertorio de comidas tradicionales.
En la actualidad, el pib es un vínculo con las raíces mayas y una manera de mantener vivas las costumbres ancestrales. Es una celebración de la vida, la muerte y la continuidad de las tradiciones.