La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) validó la guía “La carne y la salud en adultos”, un documento basado en evidencias científicas del consumo de carne. A continuación te platicamos más respecto a las ventajas del consumo de proteínas de origen animal sobre las vegetales.
La carne contiene mayor cantidad de aminoácidos y en proporciones más equilibradas en lo referente a los requerimientos fisiológicos humanos que los alimentos de origen vegetal (cereales, maíz, derivados de soya, etc). Por lo que la carne contiene un promedio de 63-68% de proteína en peso seco mientras que la mayoría de los alimentos de origen vegetal (excepto las legumbres) tienen un contenido proteico inferior al 12% en peso seco. Por otra parte, los vegetales son deficientes en aminoácidos esenciales como lisina, metionina, cisteína, triptófano, treonina.
Así mismo, es destacable que las proteínas cárnicas presentan mayor grado de digestibilidad (95%) en comparación con las proteínas de origen vegetal (82%).
Algunos estudios muestran que las proteínas de origen animal son más adecuadas que las vegetales para mantener la masa muscular esquelética. En este sentido, Aubertin-Leheudre et al. (2009), advirtieron que el vegetarianismo a largo plazo resultaba en una reducción de más de 4 kg de masa muscular esquelética en mujeres mayores comparado con una dieta omnívora 24. Recientemente, Vliet et al. (2015) describieron una significativa ganancia de masa muscular esquelética en adultos sanos que tomaron de 17.5 a 40 g de carne con respecto a otros individuos que tomaron la misma cantidad de proteína de soya en condiciones de reposo y post-ejercicio.
Estos datos no pretenden restar, en ningún caso, importancia al consumo de vegetales en la dieta, sino remarcar la importancia de incorporar carnes de alto valor biológico (res, oveja, cerdo, cabra y conejo) a una dieta rica en productos vegetales. Una dieta completa debería contener alimentos de origen animal y vegetal, en cantidades y proporciones adecuadas, que aseguren una suficiente cantidad de nutrientes, incluyendo proteína y fibra.
Una de las características menos conocidas de la carne de res, borrego, cerdo, cabra y conejo es que contribuye al aporte de ácidos grasos omega- 3, que pueden aportar hasta el 8% a la ingesta diaria en adultos. Este tipo de ácidos grasos se han asociado con una disminución del riesgo a desarrollar enfermedades cardiovasculares e inflamatorias, depresión e incluso demencia.
Consulta el documento en: Documento “La carne y la salud en adultos”, Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) https://www.carneysalud.com/uploads/articulos/GUIA_CARNE_Y_SALUD.pdf