La carne es una importante fuente de proteína, un nutriente esencial para el correcto funcionamiento del cuerpo en las actividades del día a día. El requerimiento de proteína de una persona varía según la edad, el peso y la actividad física, pero siempre es necesario alcanzarlo, por lo que el consumo de carne junto con verduras, frutas y cereales, es una excelente opción, ya que el 20% de sus nutrientes es proteína de alta calidad y digestibilidad.
Sin embargo, la carne es mucho más que proteína, ya que cuenta con muchos otros nutrientes, que ayudan al crecimiento celular, síntesis y regeneración de tejidos, y que también ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, a acelerar la cicatrización, y por si fuera poco, mejoran el desarrollo físico y mental a largo plazo.
Algunos de estos nutrientes son aminoácidos esenciales, vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales como el omega 3.
Por lo tanto, al ser un alimento que aporta tantos beneficios, la carne es un elemento con un papel importante dentro de una dieta balanceada.