La Sociedad Europea de Cardiología acaba de celebrar su congreso anual y en él se han presentado los hallazgos del estudio Prospective Urban Rural Epidemiological (PURE) que ha sido revisado y publicado recientemente en la revista médica The Lancet. De acuerdo con el profesor Salim Yusuf, autor y principal del estudio y director del Population Health Research Institute de la McMaster University en Canadá, “definir lo que es una dieta de calidad para toda la población mundial debe reconsiderarse. Nuestros resultados muestran que los productos lácteos y las carnes rojas son beneficiosas para la salud del corazón y la longevidad, algo que difiere de las tendencias dietéticas acutales”. La investigación desarrollada tiene como objetivo dar una imagen más amplia que la existente actualmente a nivel científico sobre nutrición y salud cardiovascular, que hasta ahora se basa en estudios realizados hace décadas en los países con rentas más altas. Al incluir datos de América del Sur, África y Asia, el estudio PURE sugiere que las personas deberían limitar la cantidad de carbohidratos refinados que consumen, como el pan blanco y el azúcar. Mientras tanto, los científicos dicen que los alimentos lácteos y las carnes rojas no procesada se pueden incluir como parte de una dieta saludable. De acuerdo con el estudio, en los países en vías de desarrollo, la inclusión de productos lácteos y carne en la dieta no les expone a un mayor riesgo de enfermedades cardíacas. “Las personas que consumían una dieta con énfasis en frutas, verduras, nueces, legumbres, pescado, productos lácteos y carne tenían los riesgos más bajos de enfermedad cardiovascular y muerte prematura”, asegura Andrew Mente, coautor del estudio PURE. “En cuanto a la carne, encontramos que la carne sin procesar es beneficiosa en estas dietas”.