Estados Unidos venía siendo responsable de buena parte de las importaciones de subproductos y despojos de China hasta que hace unos meses el país asiático impusiera aranceles a este tipo de mercancías. Esto se debía a la falta de salida de partes del animal como pezuñas o corazones en EE:UU. mientras que en China tienen una gran salida. “Usted suele oír que estos productos son lo que mantienen las plantas funcionando”, dijo Erin Borror, economista de la U.S. Meat Export Federation. De esta forma, se está obligando a los industriales cárnicos a vender una gran cantidad de despojos por precios muy bajos para destinarlos en alimentación para mascotas, por ejemplo. Los envíos norteamericanas de subproductos afectados por los impuestos cayeron cerca de un tercio en abril y mayo, después de que China impuso la primera tarifa del 25% sobre la carne de cerdo estadounidense en abril, según los últimos datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Pero es que el 6 de julio Pekín puso en marcha otro arancel adicional del 25%. Ante la gran oferta mundial, posiblemente China no tenga dificultad en sustituir las importaciones de EE.UU. por otras de la UE en los que, según los analistas, se están negociando los precios más bajos de los últimos 2 años. La desaceleración perjudica a los principales procesadores en Estados Unidos, como Smithfield Foods Inc, de WH Group Ltd, Seaboard Foods y la unidad JBS USA. Estas empresas se beneficiaron de un total récord de ventas de despojos estadounidenses de más de 1.100 millones de dólares en 2017. El valor promedio de las exportaciones de niños estadounidenses a China fue de unos 76 centavos de dólar por libra en 2017, de acuerdo con la Federación de Exportación de Carne de Estados Unidos. Si las empresas cárnicas no venden en otro lugar para el consumo humano, los subproductos serán procesados en Estados Unidos por cerca de 18 centavos de dólar por libra – una caída equivalente a una pérdida de 1,55 dólares por cerdo para el volumen exportado a China, dijo la USMEF. En general, se estima que los precios de los despojos pueden traducirse en pérdidas de 860 millones de dólares para la industria de carne de cerdo de EE.UU. el próximo año. Los procesadores intentarán repasar las pérdidas a los agricultores pagando menos por los cerdos vivos, dijo Hayes.
Publicado originalmente