Los pollos que consumimos en México son aves sanas, bien alimentadas y que fueron sacrificadas con los estándares de bienestar, seguridad e higiene más altos a nivel mundial, lo que garantiza la inocuidad y calidad de la carne.
Los pollos que consumimos en México son aves sanas, bien alimentadas y que fueron sacrificadas con los estándares de bienestar, seguridad e higiene más altos a nivel mundial, lo que garantiza la inocuidad y calidad de la carne.