De acuerdo con un nuevo informe recogido por el Wall Street Journal, más de 11,3 millones de t de carne de vacuno, porcino y aves de EE.UU. están en almacenes frigoríficos a la espera de compradores. Estas reservas, combinadas con la falta de crecimiento continuo en la demanda de EE:UU. y la incertidumbre respecto a las exportaciones están llevando a un serio reajuste en la industria cárnica estadounidense. La situación está llevando a que algunas industrias cárnicas estén cancelando planes de inversión y expansión al tiempo que comienza a haber problemas de espacio para el almacenamiento. En parte, la situación viene motivada por la sobreproducción ante los costos bajos en alimentación animal y la buena marcha de las exportaciones hasta ahora. Sin embargo, la guerra comercial de Trump ha elevado los aranceles sobre la carne estadounidense en los principales mercados extranjeros, incluidos México, China y Canadá. China impuso un arancel de 25% sobre la carne de cerdo estadounidense en abril y la elevó a un asombroso 62% este mes, elevando los precios de los productos de cerdo estadounidense seriamente allí y provocando una caída del 18% en las ventas en el primer semestre de 2018. El mayor mercado de carne de cerdo estadounidense, México, duplicó sus aranceles a la carne de cerdo de EE.UU. al 20% el pasado 5 de junio. Mientras tanto, Canadá implementó un arancel de represalia del 10% sobre ciertos cortes de vacuno estadounidense desde el 1 de julio, y China elevó su arancel a esta carne estadounidense hasta el 37% el 6 de julio. China no es un mercado de exportación importante para la carne de vacuno estadounidense, pero los aranceles parecen estar listos para contener la creciente demanda. La Federación de Exportación de Carne de los Estados Unidos había proyectado que las exportaciones de carne de Estados Unidos a China, que se reanudaron en junio del año pasado, podrían haber alcanzado los 400 millones de dólares en los próximos cuatro años. Ante esta situación, se ha iniciado la suspensión de inversiones y expansiones de negocios en muchos de los estados que, precisamente, votaron a Donal Trump (Texas, Nebraska, Kansas y Arkansas). Los líderes agrícolas de EE.UU. han advertido que la guerra comercial de múltiples frentes de Trump podría tener consecuencias graves para su sector ya qeu los impactos de los aranceles no terminan cuando se eliminan los aranceles sino que es realmente difícil volver a recuperar estos mercados.
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