La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) validó la guía “La carne y la salud en adultos”, un documento basado en evidencias científicas del consumo de carne. A continuación te platicamos más respecto a la importancia de la carne como elemento fundamental de una dieta saludable.
Las proteínas cárnicas de vacuno, ovino, porcino, caprino y conejo tienen altas cantidades, y en proporciones muy equilibradas entre sí de aminoácidos esenciales. Estos aminoácidos no son generados por el organismo y, por lo tanto, únicamente pueden aportarse por medio de la dieta. Esta característica, junto al elevado coeficiente de digestibilidad hace que las proteínas cárnicas presenten un elevado valor biológico o nutricional para los humanos.
La carne también es una importante fuente de aminoácidos no esenciales como la taurina o la carnosina.
Los aminoácidos no esenciales glutamato, glutamina y aspartato son una importante vía de obtención de energía en diferentes órganos y tipos celulares en mamíferos.
Consumo de carne para prevenir la degradación muscular durante la actividad física:
Las carnes de elevado valor nutricional pueden ser especialmente indicadas para procesos fisiológicos, en los que se requiere un aporte extra de proteínas y micronutrientes.
Se ha señalado que el consumo de 2.5 g de proteína por kg de peso corporal al día consiguió revertir la degradación neta de proteína y el balance negativo de nitrógeno en adultos sanos que realizaron una actividad física moderada-alta
Prevención frente a la anemia ferropénica
La anemia ferropénica es un trastorno que afecta mayoritariamente a mujeres y, principalmente, a mujeres embarazadas. El hierro hemínico dietético es muy importante para la prevención de la anemia ferropénica, la cual está relacionada con una disminución de la capacidad física, trastornos del comportamiento y alteraciones cognitivas. El hierro hemínico es la forma absorbible y se encuentra principalmente en carnes de res, oveja, cerdo, cabra y conejo, en mayor medida que en carne de aves. El tratamiento dietético habitual para la anemia por deficiencia de hierro consiste en un régimen normal de alimentación, según las necesidades nutricionales de cada individuo, incorporando a la dieta alimentos ricos en hierro, como la carne de cabra y conejo y los cortes más magros de res, cordero y cerdo, pescado, huevos, etc.
Los vegetales presentan un porcentaje de hierro mucho más bajo que los productos cárnicos, sin embargo, frutas y vegetales ricos en vitamina C pueden potenciar la absorción del Fe de origen animal y vegetal
El requerimiento de proteínas, vitaminas y sales minerales es mayor en mujeres embarazadas y en periodo de lactancia.
Y si lo anterior no fuera suficiente… Recientemente, Vliet et al. (2015) describieron una significativa ganancia de masa muscular esquelética en adultos sanos que tomaron de 17.5 a 40 g de carne con respecto a otros individuos que tomaron la misma cantidad de proteína de soya en condiciones de reposo y post-ejercicio.
Nota completa en: Documento “La carne y la salud en adultos”, Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) https://www.carneysalud.com/uploads/articulos/GUIA_CARNE_Y_SALUD.pdf