AUTOR – EQUIPO EDITORIAL COMECARNE
Los alimentos como el tocino, las salchichas, el jamón y otros embutidos son conocidos como carnes frías. Estos productos se hacen comúnmente de carne de res, cerdo, pollo y pavo, y han sido preparados para que podamos consumirlos de forma fácil y segura.
Las carnes frías son una categoría amplia que ofrece una variedad de opciones en cuanto a sabor, contenido y forma. Estos productos tanto cárnicos como avícolas se caracterizan por haber pasado por uno o más procesos de preparación que cambian la apariencia, textura o sabor de la carne original, pero sin perder sus atributos. Dentro de estos procesos pasan por una etapa de conservación que les da un periodo de vida más largo.
Tanto los procesos de producción y conservación, como los ingredientes adicionales de las carnes frías, están controlados por estrictas normas de higiene y salud para garantizar su inocuidad.
Una ventaja de este tipo de alimentos es que son ricos en proteínas, vitaminas y minerales esenciales absorbibles, como el hierro, el zinc y la vitamina B12. Encontramos también selenio, colina, vitamina B6, tiamina, niacina y riboflavina.
Es así como la industria de las carnes frías ofrece productos de origen animal que aportan beneficios como valor nutrimental, inocuidad, variedad, versatilidad y practicidad que satisfacen una amplia gama de preferencias de sabor.
Como consumidor, puedes sentirte seguro al incluir carnes frías como parte de tu dieta saludable y equilibrada. Inclúyelas en porciones adecuadas en tus entradas, platos fuertes y colaciones.
Fuentes: