Agosto 2024
– Podemos tener el mejor producto, pero ¿Qué pasa si éste llega en mal estado a su destino final? El empaque es su carta de presentación. Por lo anterior, un buen empaque, es clave para evitar daños durante el manejo y transporte de estos productos hasta su destino final. A pesar de lo que se piensa, el empaque debe ser considerado como parte del proceso de diseño y desarrollo de un producto. Esto permite que se contemple éste importante elemento como uno de los principales para garantizar la integridad de un producto al momento de llegar a su destino final.
En la actualidad, cada vez más hemos tomado conciencia sobre la importancia de tener un buen empaque de producto. Sin duda, el packaging es uno de los elementos que fungen como distintivo a los productos de las marcas, puede ser el principal diferenciador respecto a la competencia, por lo que es considerado uno de los elementos que ofrece mayores posibilidades para establecer estrategias de posicionamiento en varias áreas de una empresa. –
Las nuevas tendencias en el mercado demandan que las empresas realicen ajustes que permitan mejorar su competitividad y, en este sentido, el diseño de envases y embalajes es una herramienta esencial para lograr este objetivo. La elección adecuada de un empaque, envase o embalaje eficiente es considerada como una ventaja competitiva. Al mismo tiempo, la incursión y creciente preferencia a nuevas cadenas de suministro, como el comercio electrónico o también conocido como e-commerce , han llevado a las empresas a cambiar el modo de transportar sus productos.
Sabemos que un empaque, se encuentra involucrado desde el agrupamiento, protección, comunicación, facilitar el transporte, entre otras funciones. Pero cuando hablamos de tener un buen empaque o un empaque óptimo ¿a qué nos referimos? La respuesta es multifactorial, involucra desde el conocimiento del destino final que tendrá un producto, la correcta selección de los materiales de empaque adecuados para conservar las características de un producto y comunicar correctamente los valores de una marca, la asignación de correctas especificaciones de estos materiales, la validación de desempeño de dichas especificaciones durante una cadena de suministro completa hasta la llegada a su destino final y conocer el fin de vida y/o disposición de nuestro empaque al momento de terminar su vida útil.
Hay muchas categorías en las que podemos dividir un empaque, para profundizar en los puntos anteriormente mencionados, me gustaría dividirlas en dos categorías principales: empaques primarios en donde la mayoría de los casos el destino final es llegar a un punto de venta, y empaques secundarios/terciarios en donde hablamos de un sistema completo de embalaje. En un empaque primario, si hablamos de seleccionar el empaque óptimo de nuestro producto, antes de empezar a desarrollar y evaluar propuestas de empaque, hay que conocer a profundidad las necesidades y preferencias del mercado al que va dirigido.
Existen herramientas desarrolladas para evaluar estas necesidades de mercado. Una de las más avanzadas y de la que podemos obtener una gran cantidad de datos es eye tracking o tecnología de mapeo ocular. Esta tecnología se aplica a través de estudios en donde por medio de dispositivos que contienen sensores sensibles a el movimiento colocados en unas gafas lectoras, es posible generar un mapeo de los movimientos que un ojo humano tiene al momento de presentarse un objeto frente a sus ojos. Los datos que obtenemos en un estudio de eye tracking son de manera cualitativa y cuantitativa en donde es posible conocer los elementos en los que más se fija un consumidor al momento de observar un producto, el tiempo que se mantiene observando dichos elementos y la cantidad de veces que observa cada uno de los elementos.
Una vez que conocemos “la voz del cliente” podemos profundizar en las características funcionales de los materiales de los que está compuesto el empaque y principalmente las necesidades de características de materiales que necesitamos para conservar la integridad de un producto durante su cadena de suministro, para esto, se recomienda no solo conocer sino analizar los movimientos y exposición por manejo que tendrá un producto a lo largo de su vida útil. Lo anterior, es posible realizarlo por medio de pruebas y análisis de materiales que nos permitan asignar correctas especificaciones como espesores, tipo de material, cantidad entre otros parámetros, considerar afectaciones por factores ambientales como temperatura, humedad y de esta manera seleccionar aquella propuesta de empaque óptimo para las necesidades que debe cumplir.
Un empaque unitario y/o primario en la mayoría de las ocasiones y sobre todo cuando se trata de un producto masivo, está destinado a sufrir un transporte en un sistema de embalaje o cadena de suministro tradicional. Es de suma importancia considerar este punto desde el momento que se asignan especificaciones de un producto puesto que éstas condiciones son las que debemos tomar en cuanta al momento de elegir el correcto empaque unitario para un producto. Para poder evaluar si las características de empaque seleccionadas cumplen con las necesidades de un producto transportado dentro de un sistema de embalaje, comúnmente se adoptan prácticas como envíos a prueba en donde se envían transportes con las propuesta de empaque/embalaje seleccionado bajo las mismas condiciones de un envío tradicional y se espera a que el producto llegue a su destino final para conocer o bien determinar si la propuesta es apta para implementarse o la alternativa sería generar algunas modificaciones. Lo anterior involucra un costo en la fabricación de muestras de producto, costo de envío y en ocasiones si hacemos un envío a prueba a un destino lejano, involucra largo tiempo para conocer el resultado de la evaluación. Una opción alterna para validar la configuración de embalaje desarrollada y las condiciones de envío de un producto en un sistema de embalaje para conocer si es funcional, es a través de simulaciones de transporte para las cuales existen protocolos certificados bajo distintas organizaciones como, ISTA (International Safe Transit Association), ASTM (American Society for Testing and Materials), Fedex, Amazon entre otras.
Estas pruebas, se realizan en organizaciones con equipos e instalaciones certificadas que cuenten con capacidad de reproducir los protocolos de validación de desempeño que se requiere para evaluar la efectividad de un empaque o sistema de embalaje. Un ejemplo es Centro ABRE de la Universidad de Monterrey el cual ofrece a sus clientes servicios de la consultoría en Diseño de empaque y embalaje, así como evaluación de empaques por medio de sus laboratorios de Simulación de Transporte y de Corrugados. ABRE, ofrece, además, un Diplomado en Ingeniería y Manufactura de Empaque. El Centro ABRE, tiene la misión de impulsar la competitividad de las empresas mediante la innovación en el diseño integral de sus sistemas de empaque y embalaje, permitiéndoles la entrada y el posicionamiento en mercados locales y globales.
Ubicado en el Parque de Investigación e Innovación Tecnológica (PIIT) en Apodaca NL desde noviembre del 2011 el Centro ABRE, es una unidad de negocio de la UDEM que brinda servicio directamente a la industria.
El laboratorio de Simulación de Transporte con el que cuenta Centro ABRE, tiene como objetivo evaluar la efectividad del empaque para proteger el producto.
Las empresas valoran cada día más la importancia de un buen diseño de empaque. Un buen diseño, les ayuda a conservar, proteger, vender y transportar un producto a lo largo de una cadena de suministro asegurando que el mismo, llegue en buenas condiciones al cliente final.
Las tendencias de los envíos por e-commerce y el cuidado del medio ambiente han impactado directamente en el diseño de los empaques y embalajes requiriendo de estos características adicionales cómo mejor protección del producto y que puedan ser reusables, biodegradables, compostables o retornables, para que sean aceptados en mercados internacionales.
En la actualidad, cada día es mas necesario disminuir el impacto ambiental que genera el empaque durante su ciclo de vida o tiempo de vida útil puesto que, en muchas ocasiones, al terminar éste ciclo, pasa a ser considerado como desperdicio. Es de suma importancia conocer la huella ambiental que genera cada uno de los materiales que utilizamos para empacar nuestros productos desde que los diseñamos. Para medir éste impacto, en el área de proyectos, se desarrollan propuestas mas amigables con el medio ambiente y el impacto se obtiene por medio de análisis de ciclo de vida, emisiones de CO2 y huella ambiental.
Para lograr un empaque efectivo, como se comentaba anteriormente es una cuestión multifactorial. Algunos puntos muy importantes es poner atención a lo siguiente: identifica el embalaje que más se adeque a tu producto, optimizar la cantidad de material de empaque dentro de nuestras propuestas de empaque así como cuidar la relación de espacio que existe entre el producto y su empaque, revisar muy cuidadosamente en el escenario de que se utilice un mismo empaque para varios productos del catálogo de una empresa el tema de los materiales que utilizamos para el relleno de espacio sobrante o bien el agregar protectores adicionales y no exceder las especificaciones de peso para tu empaque para evitar sobre especificaciones.
Los beneficios de una organización al tener un diseño de empaque y diseño de embalaje efectivo son principalmente la protección física de producto que evita incurrir en costos por re-trabajo de empacado y reenvío de producto, evita malas manipulaciones de producto puesto que el embalaje a prueba de manipulaciones para productos envueltos individualmente reduce el riesgo de contaminación después de que el producto salga de sus manos o bien a través del empaque es posible comunicar como queremos que se manipule nuestro producto, cuidar la calidad de los empaques, un embalaje de menor calidad y no resistente a la manipulación es menos duradero y ofrece menos protección; un embalaje más grueso y resistente al estiramiento y un sistema de flejado eficiente permitirá envolver un paquete con menos material y proteger sus envíos; al utilizar menos material para asegurar empaques o sistemas de embalaje, se beneficiará de una opción de embalaje más sostenible para el medio ambiente y tendrá un beneficio económico.
Aleisa M. Martínez Peralta
Gerente de proyectos Centro ABRE
aleisa.martinez@udem.edu
Tel. 8281154188