Nora Bazán
Octubre del 2020
Pese a la complicada situación económica por lo que atraviesa el país, existen sectores productivos que han logrado mantenerse a flote durante la contingencia, uno de ellos es el sector pecuario.
Según las estimaciones del Producto Interno Bruto (PIB) publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante la primera mitad del año la economía nacional se contrajo 18.68% e industrias como la manufacturera cayeron hasta un 29.58%, principal motor de las actividades secundarias que en conjunto decrecieron 25.66%. Incluso la industria alimentaria que genera productos de primera necesidad experimentó un pequeño descenso de 1.06%. Así mismo, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) de las industrias manufactureras promedió 81.4 puntos, cifra 29.57% inferior a lo reportado en el año anterior.
Dentro de este escenario poco favorable, el sector primario encargado de la cría y explotación de animales para consumo humano logró crecer 1.82%, mientras que la agricultura permaneció en el mismo nivel reportado en el primer semestre de 2019. No obstante, fue el sector procesador pecuario quien destacó por su dinamismo pues alcanzó un crecimiento de 5.03% y contribuyó al PIB nacional con 165 mil millones de pesos durante la primera mitad del año.
Analizando el volumen productivo, se tiene que, hasta el mes de septiembre, (último dato publicado por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, SIAP), en México se produjeron 5.4 millones de toneladas de carne, siendo el pollo el de más alta demanda. En los primeros 3 trimestres del año, la producción de esta proteína sumó 2.6 millones de toneladas, que se tradujo en un crecimiento de 4.2% comparado con 2019. En segundo lugar, se encuentra la carne de cerdo que con un crecimiento de 3.0% rebasó los 1.2 millones de toneladas, y aunque la producción de carne bovina fue superior (1.5 millones), su crecimiento quedó por debajo con 2.8%.
Y aunque el consumo de 2 de las 3 principales proteínas se redujo (cerdo y bovino) a consecuencia de las inestabilidades económicas y laborales, el sector exportador se ha beneficiado de la creciente demanda de proteína cárnica alrededor del mundo, principalmente en el mercado norteamericano y asiático, gracias a lo cual el crecimiento en producción se ha mantenido impulsado.
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Fuente: INEGI, SIAP y Aduanas-SAT.